Un estudio israelí encontró que un desayuno fuerte, rico en proteínas y grasa ayuda a los diabéticos tipo 2 a controlar mejor el apetito y los niveles del azúcar en la sangre. Esta nueva información fue presentada recientemente en la reunión anual de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes realizada en Barcelona, España.
Datos tomados de un estudio realizado en la Universidad Hebrea de Jerusalén, enseñan que un desayuno fuerte, que incluya alimentos ricos en proteína y grasa, podría ayudar a los diabéticos tipo 2 a controlar el apetito y los niveles de la glucosa en la sangre.
Si es de las personas que acostumbran a no desayunar, o a comer cualquier cosa para “contentar” al estómago antes de salir a toda prisa para cumplir las obligaciones del día, conviene que reconsidere sus hábitos y muy especialmente si padece diabetes tipo 2, si tiene pre diabetes o si quiere evitar la diabetes tipo 2 . Los investigadores basaron este estudio en investigaciones previas que ya habían detectado los beneficios de un desayuno nutritivo y regular:
- Quienes desayunan regularmente tienden a tener un índice de masa corporal (IMC) más bajo que quienes se lo saltan o no desayunan
- También disfrutan de niveles de azúcar en la sangre más bajo y utilizan la insulina de forma más eficiente.
Los investigadores que realizaron el estudio tomaron a 59 personas con diabetes tipo 2 y las dividieron en dos grupos que consumieron un desayuno fuerte y otro más ligero. El desayuno considerado fuerte constituía aproximadamente un tercio del total de las calorías diarias de las personas asignadas a ese grupo y también tenía un porcentaje mayor de las proteínas y de las grasas. En cambio, el desayuno más ligero contaba solamente un 12.5 por ciento del total de las calorías diarias.
Después de llevar este régimen durante unas 13 semanas, se encontró que los niveles de azúcar en la sangre y los de la presión arterial disminuyeron significativamente en el grupo del desayuno fuerte:
- La reducción de la glucosa (el azúcar) en la sangre fue 3 veces mayor en este grupo que en el grupo del desayuno ligero.
- La reducción de la presión arterial fue incluso más significativa: 4 veces mayor en comparación a los niveles del grupo del desayuno ligero.
- Los participantes de este grupo tuvieron menos hambre durante el día y pudieron controlar mejor el apetito. Los investigadores lo atribuyen a que un desayuno rico en proteínas ayuda a suprimir la grelina (la llamada “hormona del apetito”).
Además, alrededor de un tercio de las personas que desayunaron fuerte pudieron reducir la cantidad de medicamentos que necesitaban para controlar su glucosa en la sangre. En comparación, alrededor del 17 por ciento de los pacientes que desayunaron ligero tuvieron que aumentar las dosis de sus medicamentos mientras duró el estudio.
Los datos y las conclusiones del estudio hasta el momento se consideran preliminares (hasta que se publiquen en una revista aprobada por profesionales), pero corroboran, como mencionamos anteriormente, la evidencia que existe a favor del desayuno.
Si lleva una alimentación balanceada y sus niveles de glucosa en la sangre se mantienen controlados, sigue como hasta ahora. Pero si sus niveles de glucosa son erráticos y desayuna ligera e irregularmente, haga un esfuerzo por mejorar su rutina. Desde luego, consulte con su doctor acerca de cualquier cambio relacionado con su régimen. Si se confunde la cuenta de calorías y cuáles alimentos debería de incorporar a un desayuno más fuerte, le convendría consultar con un dietista registrado o un nutricionista calificado. No deje el asunto para mañana y dé el primer paso hoy mismo para lograr un mejor control de su diabetes.
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