Música Clásica

martes, 26 de marzo de 2013

DOLORES DE CABEZA



A casi todo el mundo le duele la cabeza de vez en cuando. En muchas ocasiones, el dolor de cabeza tiene una causa bastante simple (como haber trasnochado demasiado, pasar demasiado tiempo al sol o el estrés de un examen importante). Pero algunas personas tienen dolores de cabeza frecuentes o duraderos.

¿Cómo puedes saber si un dolor de cabeza no es más que un trastorno pasajero o algo más? ¿Y qué deberías hacer al respecto?

ANATOMÍA DEL DOLOR DE CABEZA.
Aunque te dé esa sensación, cuando te duele la cabeza lo que te duele no es el cerebro. El cerebro tiene la facultad de decirte cuándo te duelen otras partes del cuerpo, pero es incapaz de experimentar dolor.

En la mayoría de dolores de cabeza, lo que duelen son los nervios, vasos sanguíneos y músculos que cubren la cabeza y el cuello. A veces, los músculos o vasos sanguíneos se inflaman, se tensan o experimentan otros cambios que estimulan a los nervios circundantes o ejercen presión sobre ellos. Esos nervios envían mensajes de dolor al cerebro, lo que provoca el dolor de cabeza.

TIPOS DE DOLORES DE CABEZA.
El tipo más frecuente de dolor de cabeza es el Tensional, provocado por contracciones musculares. Ocurre cuando los músculos de la cabeza o del cuello se tensan o contraen demasiado. En este tipo de dolor de cabeza, el dolor suele ser moderado y constante. Se siente como si algo nos estuviera apretando o comprimiendo la frente, el cuello o ambos lados de la cabeza.

A veces la gente también tiene dolor de cabeza cuando está enferma, por ejemplo, tal vez hayas tenido dolor de cabeza asociado a sinusitis cuando estabas acatarrado o alérgico o cuando tenías la gripe.

Las personas que toman muchas bebidas con cafeína pueden tener dolor de cabeza por abstinencia de la cafeína. Y también hay dolores de cabeza que son el efecto secundario de determinados fármacos.
Cuando el dolor es especialmente agudo y pulsátil, puede ser un signo de migraña. La migraña no es un dolor de cabeza tan frecuente como el tensional. Pero en aquellos jóvenes que la padecen, este dolor puede ser lo bastante fuerte como para hacerles faltar a clase y/o perderse otras actividades si no se trata adecuadamente. Afortunadamente, hoy en día los médicos saben mucho más sobre las causas de la migraña y sobre cómo tratarla que hace unos años.

Una importante diferencia entre el dolor de cabeza tensional y la migraña es que esta última a veces provoca malestar general o incluso vómitos. El dolor de cabeza tensional no suele provocar náuseas ni vómitos y no suele empeorar con la actividad física, otra cosa que puede ocurrir con las migrañas. La mayoría de las migrañas duran entre 30 minutos y 6 horas, aunque algunas pueden durar hasta un par de días.

Los dolores de cabeza fuertes pueden asustar a una persona si no los ha experimentado previamente. Pero muy poco frecuentemente el dolor de cabeza es el síntoma de algo grave. Cuando algo va mal (como cuando se tiene un tumor cerebral o una meningitis) lo más probable es que la persona presente también otros signos y síntomas.

¿QUE CAUSA EL DOLOR DE CABEZA?
Hay muchas cosas que pueden desencadenar un dolor de cabeza. La mayoría de dolores de cabeza están relacionados con:

■ El estrés.
■ La deshidratación.
■ Ver la televisión o mirar la pantalla de una computadora durante demasiado tiempo seguido.
■ La música fuerte.
■ Fumar.
■ El alcohol.
■ La cafeína.
■ Saltarse comidas.
■ Falta de sueño.
■ Un golpe en la cabeza.
■ Hacer un viaje largo en coche o autobús.

Las siguientes infecciones también pueden desencadenar dolores de cabeza en algunas personas:

■ Gripe.
■ Infecciones de los senos nasales.
■ Faringoamigdalitis estreptocócica.
■ Infecciones del aparato urinario.
■ Infecciones de oído.

En algunos adolescentes, los cambios hormonales también pueden provocar dolores de cabeza. Por ejemplo, algunas chicas sufren de dolor de cabeza justo antes de tener el período o con cierta regularidad en determinados momentos del ciclo menstrual.

Las migrañas suelen ser hereditarias. De modo que, si uno de tus padres, un abuelo u otro miembro de la familia las padece, tienes más probabilidades de presentarlas (aunque esto no significa que tengas que presentarlas necesariamente). Hay ciertas cosas (denominadas desencadenantes) que se sabe que pueden desencadenar una migraña en personas predispuestas. Entre esos desencadenantes cabe mencionar determinados alimentos, el estrés, cambios en los patrones de sueño o incluso las condiciones climatológicas.

COMO ALIVIAR EL DOLOR DE CABEZA.
La mayoría de los dolores de cabeza remiten si la persona descansa o duerme. Cundo te duela la cabeza, acuéstate en una habitación fresca, oscura y silenciosa y cierra los ojos. Puede ayudar ponerte un paño húmedo y fresco en la frente o sobre los ojos. Relájate y respira pausada y profundamente.

Si el dolor de cabeza persiste o es muy fuerte, tal vez prefieras tomar un analgésico de venta sin receta médica como el paracetamol o el ibuprofeno. Puedes comprarlo en cualquier farmacia con distintos nombres y probablemente el farmacéutico también te podrá vender el medicamento genérico. Es una buena idea evitar tomar aspirinas para el dolor de cabeza, ya que pueden provocar una enfermedad muy poco frecuente pero peligrosa denominada síndrome de Reye.

Si tienes que tomar analgésicos de venta sin receta más de dos veces a la semana por el dolor de cabeza, o si resulta que esos medicamentos no te alivian el dolor, significa que deberías ir al médico.

CUANDO IR AL MÉDICO
Si crees que tus dolores de cabeza pueden ser de tipo migrañoso, es conveniente que vayas al médico para que te los trate y te indique formas de evitar desarrollarlos en primer lugar. A veces basta con aprender a hacer ejercicios de relajación o introducir algunos cambios en los hábitos dietéticos o de sueño. Pero, si es necesario, el médico también te recetará medicación para controlar el dolor de cabeza.

Es muy poco habitual que el dolor de cabeza sea un signo de algo grave. Pero deberías ir al médico si te duele la cabeza más de tres veces al mes o tienes un dolor de cabeza que:

■ Es particularmente fuerte, doloroso o distinto de los dolores de cabeza que has tenido hasta ahora.
■ No remite con facilidad.
■ Es consecuente a alguna lesión, como un golpe en la cabeza.
■ Te hace faltar a clase.

También deberías ir al médico si presentas algunos de estos síntomas aparte del dolor de cabeza:

■ Cambios en la visión, tales como visión borrosa o ver puntitos.
■ Sensaciones de hormigueo que acompañan al dolor de cabeza (por ejemplo, en brazos o piernas).
■ Erupciones cutáneas.
■ Debilidad, mareo o dificultad para andar o ponerte de pie.
■ Dolor de cuello y/o rigidez de nuca.
■ Fiebre.

Si vas al médico debido al dolor de cabeza, probablemente querrá explorarte y hacerte un historial médico para intentar dilucidar qué puede estar provocándote los dolores de cabeza.

A veces los médicos de familia o de cabecera derivan a las personas que tienen dolor de cabeza que consideran que podrían ser de tipo migrañoso o bien un síntoma de un problema más grave a un especialista denominado neurólogo (un médico que tiene una formación especializada en el cerebro y el sistema nervioso).

Es posible que el médico te pregunte sobre:

■ La intensidad y frecuencia de los dolores de cabeza.
■ Cuándo ocurren (esto ayuda a saber si el dolor de cabeza sigue algún patrón concreto o si está relacionado con alimentos o sucesos específicos).
■ Los medicamentos que estás tomando, en el caso de que tomes alguno.
■ Las alergias que puedas tener, en el caso de que tengas alguna.
■ El estrés que puedas estar experimentando.
■ La dieta, hábitos, patrones de sueño, y qué parece aliviar o empeorar el dolor de cabeza.

Es posible que el médico también solicite que te hagan análisis de sangre o que te practiquen pruebas de diagnóstico por la imagen, como la tomografía axial computerizada (TAC) o la resonancia magnética (RM), a fin de descartar posibles problemas médicos.

La mayoría de los dolores de cabeza no son el signo de nada grave. Pero si te preocupa el hecho de tener dolores de cabeza frecuentes o intensos, tu médico podrá ayudarte de muchas formas —desde recomendarte cambios en la dieta hasta recetarte medicación— ¡para que no tengas que convivir con el dolor!

viernes, 22 de marzo de 2013

SINTOMAS DE LA DIABETES EN LA FASE INICIAL:



■ #1: EXCESO DE ORINA.

El exceso de orina, llamado en medicina poliuria, es una de las primeras señales y síntomas de la diabetes. Cuando hay una elevada concentración de glucosa en la sangre, generalmente arriba de 180mg/dl, el cuerpo necesita encontrar medios para eliminar este exceso; el camino más fácil es por medio de los riñones, a través de la orina. Como no podemos orinar azúcar puro, el riñón necesita diluirla con agua para poder eliminarla. Por lo tanto, cuanto mayor sea la glucemia (concentración de glucosa en la sangre), el paciente eliminará más orina.

■ #2: SED EXCESIVA.

Si el paciente diabético orina en exceso, perderá más agua de lo previsto, quedando deshidratado. La sed es el principal mecanismo de defensa del organismo contra la deshidratación.
El paciente diabético que no controla su glucemia, ya sea por mala adherencia al tratamiento o simplemente porque aún no descubrió que tiene diabetes, acaba por entrar en un círculo vicioso. El exceso de glucosa aumenta la cantidad de agua perdida en la orina, con lo cual el paciente orina con mucha frecuencia. La pérdida de agua causa deshidratación, que a su vez desencadena una sed excesiva. El paciente bebe mucha agua pero, como la glucosa continúa muy alta en la sangre, se mantiene orinando constantemente. 

■ #3: CANSANCIO.

El cansancio crónico es otro síntoma común de la diabetes y ocurre por dos factores:

1-) Por la deshidratación: explicada en el tema anterior.

2-) Por la incapacidad de las células para recibir glucosa: la glucosa es la principal fuente de energía de las células; es el combustible de nuestro organismo. Quien promueve la entrada de la glucosa de la sangre hacia dentro de las células es la insulina, que en la diabetes tipo 1 es inexistente y en la diabetes tipo 2 no funciona bien. Por lo tanto, la diabetes mellitus se caracteriza esencialmente por la incapacidad del organismo para transportar glucosa hacia las células, reduciendo la capacidad de producción de energía del cuerpo. 

■ #4: PÉRDIDA DE PESO.

La pérdida de peso es un síntoma muy común en la diabetes tipo 1. Puede también ocurrir en la diabetes tipo 2, pero no es tan frecuente.

La insulina también es la hormona responsable por el almacenamiento de grasa y por la síntesis de proteínas en el organismo. Como en la diabetes tipo 1 hay ausencia de insulina, el paciente deja de almacenar grasa y de producir músculos. Además, como no hay glucosa para generar energía, las células acaban por generarla a partir de la descomposición de proteínas y de las reservas de grasa del cuerpo. Por lo tanto, el cuerpo sin insulina no genera músculos ni grasa y todavía necesita consumir las reservas existentes.

Como en la diabetes tipo 2 hay insulina circulante, estos efectos son menos evidentes. Además, en el tipo 2, la resistencia a la acción de la insulina se va estableciendo lentamente a lo largo de los años, contrario a la diabetes tipo 1, que cesa la producción de insulina de manera relativamente rápida. En realidad, la diabetes tipo 2 está asociada al exceso de peso, que es la principal causa de la resistencia a la insulina.

■ #5: HAMBRE EXCESIVA.

Como las células no consiguen glucosa para generar energía, el cuerpo interpreta este hecho como si el paciente estuviese en ayunas. El organismo necesita de energía y la única forma que tiene para obtenerla es a través de la alimentación.

Una de las características del adelgazamiento debido a la diabetes es que éste ocurre pese a que el paciente se alimenta con frecuencia. El problema es que la glucosa ingerida no es aprovechada y acaba siendo perdida en la orina.

En la diabetes tipo 1 inicialmente hay un aumento del hambre, pero en fases más avanzadas el paciente se torna anoréxico, lo que contribuye aún más a la pérdida de peso.

■ #6: VISIÓN BORROSA.

Un síntoma muy común de la diabetes es la visión borrosa. El exceso de glucosa en la sangre causa una inflamación del cristalino, la lente del ojo, cambiando su forma y flexibilidad, disminuyendo la capacidad de foco, lo que torna la visión borrosa. La visión suele quedar borrosa cuando la glucemia está muy elevada, volviendo a la normalidad después del control de la diabetes.

Esta alteración en los ojos no tiene nada que ver con la retinopatía diabética, la complicación oftalmológica que puede surgir después de varios años de diabetes, la cual será explicada en la segunda parte de este artículo.

■ #7: CICATRIZACIÓN DEFICIENTE.

El exceso de glucosa en la sangre, cuando sucede de forma crónica, causa innúmeros disturbios en el funcionamiento del organismo. La dificultad en cicatrizar heridas ocurre por una disminución de la función de las células responsables por la reparación de los tejidos, disminución de la proliferación celular y dificultad en la generación de nuevos vasos sanguíneos.


■ #8: INFECCIONES.

La diabetes también lleva a disturbios del sistema inmunológico, por alterar el funcionamiento de la células de defensa. El diabético puede ser considerado un paciente inmunosuprimido y presenta mayor riesgo de desarrollar infecciones que incluyen infección urinaria, infecciones de piel, candidiasis y neumonía.

■ #9: CETOACIDOSIS DIABÉTICA.

La cetoacidosis diabética es una complicación de la diabetes tipo 1, siendo muchas veces la primera señal de la enfermedad. Como hay ausencia de insulina, las células no reciben glucosa y necesitan encontrar otra fuente para generar energía. Como ya fue explicado anteriormente, la solución es quemar grasa y músculos. El problema es que estas dos fuentes alternativas no generan tanta energía como la glucosa e incluso producen una cantidad inmensa de ácidos (llamados de cetoácidos), lo que lleva a la cetoacidosis.

La cetoacidosis diabética suele ocurrir cuando los niveles de glucosa en la sangre sobrepasan los 500mg/dl y es una emergencia médica porque hace que el pH de la sangre caiga a niveles peligrosos, pudiendo llevar a la muerte. Las señales y los síntomas de la cetoacidosis son náuseas, vómitos, dolor abdominal, confusión mental, postración y dificultad respiratoria.

miércoles, 13 de marzo de 2013

QUISTES SINOVIALES (GANGLIONES)



Trabajamos con nuestras manos diariamente, ya sea con la computadora, o con distintas actividades a las que todos estamos expuestos, lo que va produciendo alteraciones en nuestro aparato musculoesquelético. De esta manera, a veces ocurren aumentos de volumen en nuestras manos (aunque también pueden darse en otras zonas de nuestro cuerpo), como los quistes sinoviales, que pueden darnos un susto si de repente los vemos aparecer. Por ello, te contamos qué son los quistes sinoviales.



¿Qué son?
Los quistes sinoviales son bultos muy comunes en la mano y la muñeca, que se presentan en las adyacencias de tendones y articulaciones. Los lugares más frecuentes son la parte superior de la muñeca, la parte inferior de la muñeca (palma de la mano), la base de los dedos en la palma de la mano y la parte superior de la articulación distal de los dedos.

Estos quistes usualmente parecen un globo de agua con un cabillo, y están llenos de un fluido o gel transparente. No se conoce la causa de estos quistes, aunque pueden formarse en presencia de irritación o cambios mecánicos en articulaciones o tendones. Su tamaño puede cambiar, y aun pueden desaparecer por completo, y pueden o no ser dolorosos. Estos quistes no son cancerosos, y no se propagan a otras áreas.

¿Cómo se diagnostican?
El diagnóstico se basa por lo general en la ubicación y el aspecto clínico del bulto. Su forma es usualmente oval o redondeada, pueden ser blandos o muy firmes. Los quistes en la base de los dedos en la palma de la mano son nódulos típicamente muy firmes del tamaño de un guisante, que duelen bajo presión, como sucede al agarrar algo con la mano.

A menudo la luz pasa a través de estos nódulos, y esto puede ayudar en el diagnóstico. Su médico puede indicar una radiografía para investigar problemas en articulaciones adyacentes; los quistes en la articulación distal de los dedos generalmente están asociados con un espolón óseo de origen artrítico.

¿Cuáles son las opciones de tratamiento?
Con frecuencia el tratamiento no requiere cirugía. En muchos casos estos quistes simplemente pueden mantenerse en observación, especialmente si no son dolorosos. Si el quiste se hace doloroso, limita la actividad o su apariencia se torna visualmente desagradable, hay otras opciones de tratamiento. Puede indicarse el uso de soportes y medicamentos anti-inflamatorios para disminuir el dolor causado por la actividad.

Puede efectuarse una aspiración para extraer el fluido del quiste y así descomprimirlo. Esto requiere insertar una aguja en el quiste, lo cual puede hacerse mayormente en el consultorio. Si las opciones no quirúrgicas no producen alivio, o reaparece el quiste, se dispone de opciones quirúrgicas. La cirugía consiste en extraer el quiste junto con una porción de la cápsula de la articulación o la vaina del tendón.

En los casos de quistes sinoviales en la muñeca, tanto la cirugía tradicional como la artroscópica dan buenos resultados. El tratamiento quirúrgico es generalmente exitoso, aunque los quistes pueden reaparecer. Su cirujano examinará junto con usted las mejores opciones para su tratamiento.

miércoles, 6 de marzo de 2013

VITAMINA C (ÁCIDO ASCÓRBICO)




Perteneciente junto con las vitaminas B al grupo de las hidrosolubles, la vitamina C interviene en el mantenimiento de huesos, dientes y vasos sanguíneos por ser buena para la formación y mantenimiento del colágeno. Protege de la oxidación a la vitamina A y vitamina E, como así también a algunos compuestos del complejo B (tiamina, riboflavina, acido fólico y acido pantoténico). Desarrolla acciones anti-infecciosas y antitóxicas y ayuda a la absorción del hierro no hémico en el organismo.

El ácido ascórbico no es sintetizable por el organismo, por lo que se debe ingerir desde los alimentos que lo proporcionan: Vegetales verdes, frutas cítricas y papas. 
Tal como en los humanos, los animales tampoco la pueden sintetizar, por tanto ningún alimento de origen animal cuenta con esta vitamina.


Las dosis requeridas diarias de vitamina C no están definidas exactamente, sin embargo la FDA de Estados Unidos comprueba que con 60 mg/dia se mantiene un total corporal de un gramo y medio, cantidad suficiente para servir las demandas corporales de un mes. Por tanto, el consumo de una fruta cítrica por día, cumple con tales requerimientos.

La vitamina C es necesaria para la formación de colágeno, para la correcta cicatrización de heridas, reparación y mantenimiento de los tejidos de las diferentes partes del cuerpo y también para la síntesis o producción de hormonas y neurotransmisores. Al igual que otras vitaminas, es un poderoso antioxidante. 
Puesto que nuestro cuerpo no produce vitamina C, debemos incorporarla a través de los alimentos.

La vitamina C se oxida rapidamente y por tanto requiere de cuidados al momento de exponerla al aire, calor y agua. Por tanto cuanto menos calor se aplique, menor será la pérdida de contenido. Las frutas envasadas por haber sido expuestas al calor, ya han perdido gran contenido vitamínico, lo mismo ocurre con los productos deshidratados. En los jugos, la oxidación afecta por exposición prolongada con el aire y por no conservarlos en recipientes oscuros.

Existen infinidad de productos comerciales que aportan 500 mg o más por comprimido y hay quienes, recomiendan la ingestión de cinco comprimidos (caso de los que creen que su administración es anticancerígena). Si bien como con la mayoría de las vitaminas, los excesos se descartan por vía urinaria, el alerta radica en que como lo ingerido es un ácido, las dosis excesivas pueden rebasar la resistencia de la pared gástrica y su intensa recirculación renal puede afectar el riñón.

No es inocua la administración indiscriminada de ácido ascórbico, dado que a medida que el organismo se satura, disminuye su absorción, y aportando grandes dosis, la suprime abruptamente.

Funciones:
  • Mejora la visión y ejerce función preventiva ante la aparición de cataratas o glaucoma.
  • Es antioxidante, por lo tanto neutraliza los radicales libres, evitando así el daño que los mismos generan en el organismo. Su capacidad antioxidante hace que esta vitamina elimine sustancias toxicas del organismo, como por ejemplo los nitritos y nitratos presentes en productos cárnicos preparados y embutidos. Los nitratos y nitritos aumentan la probabilidad de desarrollar cáncer. Su virtud como antioxidante nos protege ante el humo del cigarrillo, y como mejora el sistema inmune, es también utilizada en pacientes sometidos a radio y quimioterapia.
  • Es antibacteriana, por lo que inhibe el crecimiento de ciertas bacterias dañinas para el organismo.
  • Reduce las complicaciones derivadas de la diabetes tipo II
  • Disminuye los niveles de tensión arterial y previene la aparición de enfermedades vasculares
  • Tiene propiedades antihistamínicas, por lo que es utilizada en tratamientos antialérgicos, contra el asma y la sinusitis.
  • Ayuda a prevenir o mejorar afecciones de la piel como eccemas o soriasis.
  • Es cicatrizante de heridas, quemaduras, ya que la vitamina C es imprescindible en la formación de colágeno.
  • Aumenta la producción de estrógenos durante la menopausia, en muchas ocasiones esta vitamina es utilizada para reducir o aliviar los síntomas de sofocos y demás.
  • Mejora el estreñimiento por sus propiedades laxantes.
  • Repara y mantiene cartílagos, huesos y dientes.
Aporte de Vitamina C

  • Fuentes de origen animal: La vitamina C no aparece en alimentos de origen animal.
  • Fuentes de origen vegetal: la gran mayoría de las frutas y verduras contienen vitamina C. Los que tienen mayor contenido de vitamina C son los pimientos, los cítricos, las coles, el coliflor, espinacas, las patatas (papas) frutas como el plátano, los mangos, la manzana, piña (ananá) y melón. Los escaramujos o rosa canina son la fuente más potente en vitamina C. Aproximadamente el 7% de su peso corresponde a la vitamina.
  • Suplementos: pueden ser tabletas, efervescentes, cápsulas, etc.

Deficiencia de vitamina C 

La deficiencia o carencia de vitamina C (ácido ascórbico) puede producir o verse reflejada por:
  • Inflamación y sangrado de las encías
  • Piel áspera y reseca
  • Hematomas espontáneos
  • Deficiencia en la cicatrización de heridas
  • Sangrado nasal
  • Dolor e inflamación articular
  • Anemia
  • Esmalte dental debilitado
  • La carencia mas grave de vitamina C se conoce como escorbuto, que se observa con mayor frecuencia en ancianos y desnutridos. El escorbuto esta caracterizado por un debilitamiento general del organismo, anemia, encías inflamadas y hemorragias.
Consumiendo una dieta variada y balanceada con un alto contenido de frutas y verduras, la dosis mínima de vitamina C, esta absolutamente cubierta. Los requerimientos diarios en un hombre adulto son de 90 mg./dia y en una mujer de 75 mg./dia (miligramos/día), aunque existen siempre situaciones donde es necesario aumentar la dosis de vitamina a través de la suplementación. Esas circunstancias o situaciones son:

  • Embarazo y Lactancia
  • Personas alcohólicas y fumadoras
  • diabéticos
  • Alérgicos y asmáticos
  • personas que toman diariamente fármacos o medicamentos como anticonceptivos orales, cortisona, antibióticos, etc.
Toxicidad 

Es poco probable que exista una intoxicación de vitamina C, puesto que es una vitamina hidrosoluble y los excesos son eliminados a través de la orina. Pero si la dosis diaria supera los 2000 mg/dia pueden aparecer molestias como gastrointestinales, diarreas, malestar en el estomago, cálculos renales, insomnio y exceso de absorción de hierro.

Recomendaciones 

Se sugiere a las personas fumadoras que ingieran 35 mg/día adicionales de vitamina C a lo sugerido a personas no fumadoras. 
También se sugiere que cumplan con el requerimiento diario de vitamina C, quienes son fumadores pasivos, o personas regularmente expuestas al humo del cigarro/cigarrillos.

Para proteger la vitamina C en los alimentos y aprovecharla al máximo, siempre será conveniente ingerir alimentos crudos siempre que el mismo lo permita, y evitar los enlatados. 
Esta vitamina se destruye facilmente en contacto con el oxígeno, y al ser hidrosoluble, si cocinamos demasiado el alimento a través de hervidos, la vitamina pasa al medio de cocción, por lo tanto la cocción debe ser mínima y con poca agua, o beber el caldo siempre que se pueda.

La vitamina C ayuda a absorber el hierro, por lo tanto cuando llevemos a cabo una alimentación contra la anemia, o carencia de hierro, será conveniente tomar un zumo de naranja al terminar las comidas, de esta manera la biodisponibilidad del hierro se ve enormemente aumentada.



viernes, 1 de marzo de 2013

CALAMBRES MUSCULARES



Un calambre es la contracción involuntaria y dolorosa de un músculo o un grupo muscular. Se presenta generalmente en las extremidades, con mayor frecuencia en las piernas, afectando a la musculatura de la pantorrilla o a la parte posterior del músculo. Aparece en forma imprevista, a veces durante el sueño. Las fibras musculares se contraen intensamente durante unos segundos o algunos minutos provocando un dolor lacerante.

CAUSAS: 

Los calambres se pueden desencadenar por alteraciones en la circulación que originan un aporte sanguíneo deficitario a los músculos. La exposición al frío también puede desencadenar episodios de calambres; cuando esto se une a un cansancio físico importante se reúnen las condiciones que provocan los calambres en los nadadores de largas distancias.
Los atletas con un gran desarrollo muscular pueden padecer calambres ante traumatismos pequeños en determinados grupos musculares.
La sudoración excesiva que conduce a una pérdida importante de sal, puede también inducir los calambres, así como con la ingestión de grandes cantidades de alimento antes de realizar un ejercicio físico violento.

SÍNTOMAS: 

El músculo o grupo muscular afectado, se contrae violentamente produciendo un dolor muy agudo en la zona. Los esfuerzos para moverlo o relajarlo son inútiles. Los calambres son en sí mismos muy desagradables, pero no son peligrosos a no ser que se produzcan en un momento inoportuno. Una persona que está nadando alejada de la costa, puede ver su vida puesta en peligro por un calambre. Ante la aparición de un calambre debe detenerse la actividad física que se esté realizando y no intentar mantenerla a toda costa.
Aquellas personas que presentan calambres de forma persistente deben consultar a su médico para descartar la posibilidad de un problema circulatorio subyacente.

TRATAMIENTO: 

Los calambres provocados por alteraciones circulatorias deben ser interpretados como un síntoma más de un proceso que hay que diagnosticar y tratar adecuadamente. Los calambres ocasionales se tratan, en la mayoría de los casos, corrigiendo la situación que actúa como desencadenante de los mismos. Las personas que hacen deporte no deben comer inmediatamente antes de realizar ejercicios violentos. Cuando se practican deportes en pabellones cerrados, o en climas en los que se suda con especial intensidad, se deber ir sustituyendo la perdida de agua y sales de forma paralela para mantener el equilibrio hidroelectrolítico del organismo.
El masaje o manipulación de los músculos contraídos acelera la relajación muscular y, concretamente, alivia el dolor.
La mayoría de la gente afectada por los calambres lo está de forma temporal recuperándose al poco tiempo.